LA PROPORCION AUREA
Una proporción es la relación entre dos razones, una comparación entre dos razones. Euclides
estableció la proporción áurea mediante la división de un segmento por
un punto dado de manera que la línea o segmento entero respecto al
segmento medio de la división es igual a la relación entre el segmento
medio y el menor de la división. El cociente entre cada par de
razones es de forma aproximada 1,61803. Se puede expresar también
mediante uno más raíz de cinco partido dos. Si al segmento medio lo
llamamos equis y al menor uno, como tenemos que la línea se separa en
extrema y media razón, equis es a uno como uno más equis es a equis.
El nº de oro Phi en cualquier serie de números:
Phi en la naturaleza y en el arte:
En arquitectura el nº de oro se utiliza para hacer formas en equilibrio y simetricas
aparece por ejemplo en las pirámides de Egipto, en el Partenón de
Atenas, en numerosas catedrales, en gran variedad de obras pictóricas,
etcétera. en el ser humano aparece de forma continua en relaciones entre
huesos, la altura del ser humano está en proporción habría con la
distancia de la base al ombligo. Leonardo de Pisa
(Fibonacci), hizo en el siglo XIII una serie para determinar el número
de parejas de conejos que se tendrían al final del año, de esta manera
obtuvo la famosa serie llamada de Fibonacci: el primer mes una
pareja de conejos tendría una pareja, el segundo mes tendría dos parejas
el tercer mes tendría tres parejas, el cuarto mes tendría cinco
parejas, el quinto mes tendría ocho parejas, el sexto mes tendría 13
parejas, etc., tenemos aquí la serie: 1,1, 2,3, 5,8, 13, cada número
nuevo en la serie se obtiene sumando los dos anteriores. Después de
numerosos elementos de la serie tenemos que al dividir el mayor entre el
menor de dos números consecutivos de la serie, obtenemos como cociente
el número de oro: 1,618033
X/1=(x más 1)/x
Despejando tenemos que equis al cuadrado menos equis
menos 1 es igual a 0, esta ecuación de segundo grado se resuelve de la
siguiente forma: equis igual a menos b más menos, raíz cuadrada de b al
cuadrado menos 4 por a y por c partido todo por dos por a; siendo a, b,
c los tres términos de la ecuación, 1º, 2º y 3º respectivamente.
Cuando phi es positivo el valor es 1,6180339887, también llamado nº de oro.
A continuación mostramos algunos decimales
correspondientes al número de oro (valor del cociente entre dos
segmentos de la proporción): 1,61803 39887 49894 84820 45868 34365 63811
77203 09179 80576 28621 35448 62270 52604 62818 90244 97072 07204 18939
11374 Si elevamos al cuadrado el número de oro tenemos el mismo número más la unidad: 1,61803 al cuadrado = 2,61803 Si dividimos uno entre el número de oro , obtenemos 0,618 que es la otra solución a la ecuación de segundo grado, sin tener en cuenta el negativo de la misma:
1/1,61803= 0,61803
La proporción áurea no se puede expresar como un número
racional, no se puede obtener un número común que este contenido equis
veces en el segmento medio y otro número de veces en el segmento menor,
por esto se llaman longitudes inconmensurables, y son aquellas que no
contienen medidas comunes.


Existe una relación de proporción en la que se cumple que un segmento
mayor a+b es al medio a como el medio a es al menor b, al tiempo que
la suma del segmento medio a y menor b es igual al segmento mayor (a
+b), a esta relación de proporción se le llama áurea.
En el dibujo podemos verificar que esto es cierto, se trata de demostrar
que el segmento mayor (a +b), es al medio a como éste al menor b y la
suma del medio a y el menor b es igual al mayor (a +b). Para ello
proyectamos el segmento mayor (a +b) sobre otro segmento “medio” c (que
es igual a a), al proyectar mediante una recta paralela el segmento
medio a sobre el mismo segmento obtenemos otro segmento d que es igual
al menor d, de esta forma observamos que el segmento mayor es al medio
como el medio es al menor y al tiempo la suma del medio y menor es igual
al mayor.
Para mayor claridad se ha concretado de forma numérica dando al segmento
medio el valor uno. De esta forma al dividir el segmento mayor entre
uno sabemos que va a dar el valor del número áureo, con lo que estamos
obligados a considerar el segmento mayor con el valor de 1,618. La
diferencia de ambos provoca que el segmento menor sea 0,618. El mayor
entre el medio tiene como cociente 1,618 y análogamente el medio entre
el menor tiene el mismo valor.
Si cambiamos los términos de la proporción tenemos que (a+b)/a=a/b se
transforma en b/a=a/(a+b), tenemos por tanto que 0,618 es a uno, como
uno es 1,618. En este caso el cociente entre ambos términos es 0,618, el
otro valor de la ecuación de segundo grado que no se utiliza por tener
signo negativo.

Podemos comprobar que la relación que establece la proporción áurea para
2 segmentos cualesquiera a b, por regla general no se cumple. En la
figura tenemos un segmento dividido en dos partes, un segmento medio b y
otro menor c , la suma de ambos es igual al segmento mayor a, tenemos:
(a= b+c). Gráficamente proyectamos el segmento mayor a y lo
transformamos en el segmento medio b=b’, al proyectar en la misma
dirección el segmento medio b observamos que se transforma en otro
segmento distinto de c, diferente del menor, como exigiría la proporción
áurea, con lo cual tenemos que no se verifica que el mayor es al medio
como el medio es al menor.
Podemos coger un segmento, por ejemplo 13,6, y multiplicarlo por 1,618,
de esta forma tenemos el segmento menor y el segmento medio. A
continuación podemos por el teorema de Thales transformarlos de manera
que la suma de ambos se transformen en el segmento medio y el segmento
medio se transforme en el menor. Pero este detalle no nos dicen nada de
cómo poder construir el número de oro, ya que partimos de su
conocimiento.
Para obtenerlo podemos seguir el siguiente procedimiento:
Para obtenerlo podemos seguir el siguiente procedimiento:
Tenemos un segmento AB y debemos obtener otro BC que esté en proporción
áurea con él. Construimos un cuadrado ABCD a partir del segmento base
AB y haciendo centro en su punto medio O hacemos una circunferencia que
pase por los otros dos vértices del cuadrado FD. Esta circunferencia
corta a la prolongación de la base del cuadrado AB en un punto C, este
punto es el del segmento BC que está en proporción áurea con el segmento
dado AB. Podemos comprobar que ello es cierto aplicando el teorema de
Tales pues al transformar el segmento mayor AC en el segmento medio FA
del lado vertical del cuadrado igual a AB y al hacer por el punto B una
paralela BH a esta dirección FC obtenemos el segmento menor HA y
comprobamos que tiene la dimensión BC al trasladar mediante un giro de
centro O este segmento menor BC a su nueva posición GA y al hacer
centro en A la nueva circunferencia de radio GA observamos que es
coincidente con el radio HA. Queda demostrado por tanto en el dibujo que
el segmento mayor AC es al medio AB o FA como el medio es al menor BC o
AH, siendo él mismo tiempo el segmento mayor AC igual a la suma de los
otros dos AB, BC.
En la figura inferior podemos observar
un cuadrado amarillo de lado b. Haciendo centro en el punto medio del
lado y tomando como radio la distancia de ese punto a cualquiera de los
vértices superiores, por ejemplo el punto H, hacemos un arco hasta que
corta a la prolongación del lado en un punto M. Desde la conclusión del
lado b a ese punto M tenemos un nuevo segmento c. El lado del cuadrado b
y este nuevo segmento c están en proporción áurea. Como podemos
observar los dos segmentos en proporción áurea bc suman el segmento a.
Para demostrar gráficamente que esta
relación es válida, proyectamos a la parte superior del segmento total a
y colocamos a su derecha y en el extremo el cuadrado amarillo de lado
b. Proyectamos también el segmento c sobre la prolongación del segmento
a. Haciendo centro en el punto medio del segmento a+c construimos una
semicircunferencia que corta al cuadrado en el extremo superior.
Se tiene por tanto que el lado del
cuadrado b es media proporcional entre el segmento a que es la suma de
los dos b+c y el segmento c, queda en consecuencia demostrado
gráficamente la relación que existe entre los tres segmentos, a saber: a
es igual a b más c, el segmento a es al segmento b como el segmento b
es al segmento c.
Si cogemos dos números cualesquiera (3 y 8, p. ej.) y
los sumamos obtenemos un nuevo número 11 que lo sumamos al anterior 8 y
así de forma sucesiva , después de operar con unos cuantos dividimos
dos números consecutivos , el mayor entre el menor y observamos que el
cociente es el valor del número de oro: 1,618 .
3 8 11 19 30 49 59 108 167 275 442 717 1159 1876
1876 / 1159 = 1’618

Si cogemos por ejemplo otros dos números cualesquiera, el dos y el
cinco, observamos en el dibujo que ambos segmentos distan mucho de estar
en proporción áurea , no obstante podemos observar a continuación que
al empezar a sumar el último más el anterior (2 + 5, 5 + 7, 7 + 12,
19 + 12, etc.), veremos que los dos últimos de la serie que tomemos se
van aproximando cada vez más a la proporción áurea.
Tomamos como ejemplo el dos y el cinco. Sumamos 2 + 5 y obtenemos siete
más el anterior obtenemos 12, +7 tenemos 19, +12 obtenemos 31, +19
obtenemos 50, +31 obtenemos 81, +50 obtenemos 131, +81 obtenemos 212, de
forma análoga sumando siempre los dos últimos términos obtenemos los
siguientes números de la serie: 343, 555,898, 1453,2351,3804,6155, etc.
Si dividimos los dos últimos de la serie tenemos como cociente el
número de oro, 1,618.
En el cuadro hemos hecho una línea horizontal y hemos ido colocando de
forma vertical los segmentos con su dimensión correspondiente, guardando
siempre la misma distancia entre ellos. A la derecha, en los dos
últimos términos de la serie (en color verde y rojo, los
correspondientes a los números 6155 y 3804), podemos observar cómo
estos dos segmentos están prácticamente en exacta proporción áurea, por
tanto al ir sumando siempre el segmento previo al último tenemos un
nuevo segmento que es cada vez con mayor aproximación proporción áurea
con el anterior.
En la imagen se puede observar de forma gráfica como el último segmento
dibujado a la derecha en color violeta y naranja (a mas b), se obtiene
sumando el anterior azul más naranja (c mas a) más el mayor del anterior
en color naranja (a).
Si retrocedemos hasta el principio podemos observar en los rectángulos
que siempre tomamos para obtener el último la suma de los dos anteriores
mas el mayor de los anteriores. De esta forma obtenemos siempre dos
medidas que cada vez se acercan más a las que corresponden a la
proporción áurea.
La proporción áurea contiene muchas propiedades
interesantes, aparece en pautas armónicas en los diseños naturales como
plantas y pétalos de flores, los moluscos, los huracanes, remolinos y
vientos, en la disposición de de semillas de frutas, de las estrellas,
en espirales de la naturaleza, en cuernos de numerosos animales, etc.
También se da en la disposición de la estructura del oído interno. En
las conchas de moluscos observamos siempre una distribución en espiral
en la que se da la proporción áurea, y esto ha servido para la
construcción de numerosos detalles arquitectónicos, como por ejemplo los
que corresponden al estilo jónico de las columnas de arquitecturas
griegas.
Si unimos los vértices de un pentágono entre sí mediante todas sus
diagonales obtenemos el pentagrama (en el dibujo en color violeta). Cada
diagonal del pentagrama, o recta que une cada par de vértices opuestos
del pentágono, está en proporción áurea con el lado del pentágono
regular.
El número de oro se da en los fósiles, en los vuelos de
los halcones que caen hacia su presa haciendo un espiral logarítmica
expandida de forma tridimensional para tener una mejor visión de la
orientación del espacio, en los cuernos del carnero, en los colmillos
del elefante, en la dinámica de los agujeros negros, en los remolinos,
en la disposición de los cristales en empaquetamientos estables, en
empaquetamientos de estructuras microscópicas de muchos elementos, como
los cristales y el hielo, en las olas de la playa se dan espirales
logarítmicas, en las corrientes oceánicas, en las estrellas marinas,
tanto en su disposición en forma de pentagrama como en sus
protuberancias, en el crecimiento de los árboles, en las piñas de los
pinos, en la estructura de las conchas, como por ejemplo el nautilo, en
los pétalos de las flores, en las espirales de las galaxias, en los
elementos de los girasoles, en el crecimiento de las hojas, en la
espiral del ácido desoxirribonucleico, en los latidos del corazón, etc. No
hay nada misterioso en la aparición de esta proporción en la
naturaleza, su existencia se debe a que casi todos los elementos
geométricos aquí nombrados tienen una estructura pentagonal regular,
mientras que en la naturaleza se debe a que los organismos utilizan
siempre una disposición que facilita su orientación hacia el sol, como
es el caso del orden de las hojas de la palmera o de las escamas de la
piña o de las pipas del girasol que se van distribuyendo en torno a la
circunferencia mediante la proporción áurea para aprovechar mejor el
espacio. Tanto los pétalos de una flor como su distribución por los
tallos de las plantas siguen la proporción áurea ya que de esta manera
pueden tener acceso fácil a la luz, y evitar el solapamiento de pétalos u
hojas según se van distribuyendo por el tallo, siempre siguiendo las
pautas de la proporción áurea. Por un lado, la
geometría pentagonal determina la aparición de la proporción áurea en
numerosos elementos geométricos, mientras que por otro lado los
elementos naturales buscan al aprovechar la luz y el espacio ésta
disposición. Existe cierta afinidad entre esta
proporción y las simetrías, los elementos naturales también se someten a
la búsqueda continua de simetrías, así por ejemplo una pompa de jabón
buscando un estado de mínimo consumo energético se compacta hasta
aparecer como una esfera. La estructura interna de los diamantes para
tener una disposición más resistente se organiza mediante tetraedros de
carbono, los virus se replican más fácilmente al adoptar formas con
multiplicidad de simetrías ya que éstas facilitan además una mayor
resistencia para su integración en la célula.
En general, en la naturaleza se da la proporción áurea
para aprovechar los recursos naturales como pueden ser el sol; así el
crecimiento de los pétalos o los elementos de una piña o de una flor
como el girasol crecen a 137,5° respecto al último elemento, pues el
arco del sector azul b y el del sector amarillo a están en proporción
áurea. El arco completo de la circunferencia de 360º dividido entre
1,618 es igual a 222,5º, (el sector azul), lo que queda o sector de
color amarillo se obtiene al restarle 222,5º a 360º, que es igual a los 137,5º, el ángulo de crecimiento de las hojas.
Los
137,5°, como se puede ver en la imagen, evitan el solapamiento desde el
nº 1 al 20 sobre la misma circunferencia, para ello se disponen los
elementos en disposición de espiral o hélice cuando es una distribución
tridimensional, como las ramas de un tallo. En la
naturaleza el crecimiento con este ángulo permite que el pétalo u hoja
que sale respecto a los anteriores pueda disponer de la luz del sol sin
ser solapado o interferido por los otros, el 1º es el 0, el 2º el 1,
etc. Además de la disposición angular de 137,5º,
el crecimiento se hace sumando desplazamientos desde el centro hacia
afuera, con lo que la disposición es en espiral.

En la imagen podemos observar a la izquierda un rectangulo
áureo FEBD y a la derecha un triángulo áureo NOP. Si al rectángulo
áureo le quitamos un cuadrado CFEA (en color amarillo) el rectángulo que
queda ABCD es idéntico en su forma al rectángulo original FEBD, se dice
que son proporcionales (igual forma y distinto tamaño). Si sobre el
verde quitáramos otro cuadrado el que quedaría también sería idéntico al
original en su forma. Esta es una peculiaridad que se da sólo en los
rectángulos áureos.
En la imagen de la derecha observamos un trianulo
áureo NPO, análogamente si se le quita un triángulo isósceles PMO, (en
la imagen en color amarillo) el triángulo MNO que queda en color verde
es idéntico al triángulo original NPO. De igual forma podríamos quitar
al triángulo verde otro triángulo isósceles y nos quedaría al restar
éste otro triángulo idéntico en su forma a los dos anteriores.

Para construir un rectángulo áureo dado el segmento medio AB de la
proporción, en el punto medio P de la base de la figura AB hacemos
centro con un arco cuyo radio va desde ese punto P hasta cualquiera de
los dos vértices superiores del cuadrado, por ejemplo el punto Q. Donde
ese arco corta a la prolongación del lado de la base AB tenemos el nuevo
punto C que determina con B el segmento BC, que está en proporción
áurea con el anterior AB. Si sobre este segmento BC dibujamos un
rectángulo con la misma altura que el cuadrado (en el dibujo en color
amarillo) , tenemos un rectángulo áureo. Esto quiere decir que el nuevo
rectángulo amarillo es proporcional al rectángulo formado por el
rectángulo amarillo más el cuadrado azul, ya que el segmento mayor es al
medio como el medio es al menor.
Demostración: tenemos que demostrar que el segmento mayor AC es al
medio AB como el segmento medio es al menor BC. Gráficamente lo podemos
expresar mediante dos triángulos semejantes: el triángulo AMC y el triángulo ABN.
Observamos que el segmento mayor AC se transforma en el segmento medio
MA o lado del cuadrado AB, ya que MN =AB. Ahora transformamos el
segmento AB en el segmento NA mediante una recta paralela BN a MC.
Se trata de demostrar que el segmento NA tiene que ser igual a BC, para
que se verifique el teorema de la proporción áurea. Haciendo una
circunferencia con centro en el punto medio de la base del cuadrado O
observamos que esta pasa por el punto C y por el punto K, de ello se
desprende que el segmento BC es igual al segmento KA, pero éste también
es igual al segmento NA, con lo que queda demostrado que AC es a MA (o
AB) como MA que es a NA (o BC).
En el dibujo podemos observar un rectángulo áureo formado por un
cuadrado en color amarillo y otro rectángulo áureo en color azul. Al
segmento mayor del rectángulo se le ha dado el valor 1,618, por lo que
tenemos que el segmento medio vale 1 y el segmento menor vale 0,618. De
esta forma tenemos que el segmento mayor es al medio, (esto es, 1,618
dividido entre uno es igual a 1,618, por lo que tenemos ya el número de
oro ), como el segmento medio, esto es, uno es a el segmento menor,
0,618. De ello se desprende que uno dividido entre 0,618 es igual a
1,618, ya que existe la misma proporción entre el segmento medio y el
menor que entre el mayor y el medio. Esto se puede expresar gráficamente
de la siguiente forma:
En cada rectángulo áureo consideramos la proporcionalidad que existe
mediante otro rectángulo áureo menor. El rectángulo áureo mayor,
determinado su segmento mayor por los puntos AC, se transforma en otro
rectángulo áureo menor cuyo segmento mayor es A’B’. Pero al mismo tiempo
este segmento mayor corresponde al segmento medio A’B’ del rectángulo
anterior.Como podemos observar, los rectángulos áureos se van repitiendo
hasta el infinito de manera que el segmento medio de cada rectángulo
áureo es el mayor del siguiente, y según la progresión, el menor del
primero se transforma en el medio del siguiente con lo que se hace
patente la relación de proporcionalidad entre los tres segmentos:
grande, medio y menor.
Para calcular la proporción áurea de un segmento dada la dimensión mayor
DC de la proporción, se hace un arco con centro en el extremo del
segmento C y con radio AC siendo este la mitad del segmento DC. El arco
corta a la vertical por C en el punto B. Unimos el punto B con el otro extremo del segmento D y hacemos centro en B con el radio BC hasta que corta
al segmento DB en el punto P. Hacemos un arco con centro en el punto D
y con el radio DP hasta que corta al segmento DC en el punto S, este
punto define la división del segmento mayor DC entre el medio DS y el
menor SC.
En la figura
podemos observar las tres circunferencias que hay que hacer para dividir
el segmento mayor de la proporción áurea en los otros dos. Primero hacemos
la circunferencia amarilla con el centro en el extremo del segmento,
luego la circunferencia azul tangente a la base otra vez en el extremo
del segmento y por último la circunferencia naranja, tangente a la
circunferencia azul y con el centro en el otro extremo del segmento.
Si tenemos un segmento AB que queremos
dividirlo según la proporción áurea, construimos una línea perpendicular por el
extremo B y tomamos sobre esta la mitad de la dimensión de AB.
BC=1/2 (OB)
Construimos una circunferencia naranja de
radio CB sobre la recta perpendicular, de esta manera tenemos una
circunferencia tangente a la línea dada que corta a la recta OC (unión del
centro de la circunferencia con el extremo del segmento dado) en el punto A.
Tomando ahora centro en el punto O y como
radio la distancia OA construimos un marco (en color amarillo) hasta que corta
a la línea OB en el punto G. de esta manera hemos dividido AB según la proporción
áurea. Tenemos por tanto que OB/OG=OG/GB.
El fundamento de esta construcción reside en
la potencia de un punto O respecto a la circunferencia naranja. Tenemos que
para cualquier secante que incida sobre el centro O, lo siguiente:
OA.OA’= constante
La posición límite de cualquier secante en la
circunferencia es una recta tangente que transforma los dos puntos de corte con
la circunferencia en uno, de esta manera el punto homólogo de B es B’, un punto
doble que se ha transformado en sí mismo.
Tenemos por tanto que OA.OA’= OB.OB’= k.
Si pasamos OA al denominador del segundo término
y pasamos OB’ al denominador del primer término tenemos que OA’/OB’=OB/OA, que
no es otra cosa que la proporción áurea entre OA’ OB’
y OA.
También podemos dividir un segmento en proporción áurea mediante proporcionalidad, dado el segmento mayor AB.
Dado un segmento AB, se trata de determinar dónde queda
el punto C. Construimos una línea cualquiera v que pase por A. Sobre un
punto M de esta recta hacemos el segmento MO paralelo al anterior AB.
Calculamos el punto N por el procedimiento anterior y tenemos un
rectángulo a áureo con la proporción MN/MO=MO/ON.
Alineamos el punto B con el punto N y tenemos en la
intersección con la recta v el centro de proyección P. Construimos una
recta que pase por los puntos PO y donde corte su prolongación al
segmento AB obtenemos el punto buscado C.
En la figura observamos mediante un giro y traslación
a la base que la dimensión menor BC del rectángulo áureo ABC se
corresponde con la media del siguiente A'B' correspondiente a A'B'C'. De
esta forma observamos que el mayor al medio como al medio al menor se
corresponde nuevamente, el medio pasa a ser el mayor y el menor en
medio, una correspondencia constatada de forma gráfica.
Si cogemos una manzana, podemos observar que sus semillas están
configuradas según una estrella de cinco puntas, figura llamada en
geometría pentagrama, y esta figura no es otra cosa que un pentágono al
que se le han añadido triángulos isósceles a sus lados. Los vértices
alternos de este pentagrama están en proporción áurea con respecto a el
lado del pentágono donde se inscriben. Las diagonales del pentágono
definen el pentagrama y en el centro del mismo otro pentágono en el que
se puede dibujar otro pentagrama invertido y así hasta el infinito. En
la proporción áurea se da una progresión continua cuyo cociente es
siempre el número de oro.

En un pentagrama el triángulo ABC se llama triángulo
áureo y es aquel triángulo isósceles cuyo lado desigual está en
proporción áurea respecto a cualquiera de los otros dos lados. En la
figura el triángulo de la izquierda formado por los fragmentos amarillo y
naranja es un triángulo áureo. Los brazos verdes del pentagrama también
son triángulos áureos.
En la figura de la derecha observamos una espiral
construida a partir de este triángulo áureo, dentro del primer triángulo
se ha puesto otro menor girado y dentro de este otro y así hasta el
infinito. De esta manera en cada triángulo tenemos una circunferencia
correspondiente al primer arco con centro en el punto 1 y arco 1, a
continuación tenemos otra circunferencia con centro en el punto 2 y arco
número 2 y así sucesivamente. El enlace de todos estos arcos de
circunferencia determinan la espiral.
En los dos dibujos del pentágono observamos que el pentágono y algunos segmentos del mismo están en proporción áurea.
En la figura de la izquierda tenemos que AC/AB=AB/BC y AB/BD=BD/DA
En la figura de la derecha tenemos que la diagonal EG
del pentagrama y el lado del pentágono EF están en proporción áurea y
EG/EF=EF/FG pero FG=HG y
GI/GH=GH/HI por lo que EG/EF=EF/HG.
En la figura de la izquierda tenemos que MP/MO=MO/OP y
como el segmento PO es igual a NO tenemos que en el pentagrama
MP/MO=MO/ON.
En la figura de la derecha observamos que al girar un
lado del pentágono hasta hacerlo coincidir con la diagonal JK del mismo,
ambas (JK y KL) están en proporción áurea.
Si construimos un pentágono regular p
inscrito en una circunferencia c y hacemos la mediatriz m de uno de sus
lados, cortará a la circunferencia en un punto T que unido al vértice
más cercano del pentágono define el lado a del nuevo polígono regular:
un decágono regular. El lado del decágono regular a está en proporción
áurea con el radio de la circunferencia b en la que se inscribe:
b+a’/b= b/a’
y a’=a
En la figura observamos un poliedro arquimediano
obtenido por el corte de un dodecaedro o un icosaedro. Este poliedro
arquimediano se llama icosidodecaedro y observamos que en su proyección
ortogonal estos segmentos del mismo están en proporción áurea.
Dentro de un triángulo isósceles siempre se puede hacer otro triángulo semejante (de igual forma aunque de distinto tamaño).
En el vértice b del triángulo mayor hacemos la recta perpendicular m al
lado opuesto. Dibujamos la recta simétrica s’ de la base s respecto al
eje m y ya tenemos un triángulo de igual forma aunque de distinto
tamaño, ya que el ángulo c es común a ambas triángulos, y ya que
acabamos de calcular el ángulo d simétrico e igual al anterior y como el
triángulo mayor también tiene el ángulo e simétrico al ángulo c,
tenemos que los ángulos a b son iguales.
Como podemos comprobar no es un triángulo áureo ya que el lado desigual y
uno de los lados iguales no están en proporción áurea, si lo fuera, al
restar el mayor del menor quedaría un triángulo isósceles (de 2 lados
iguales). El triángulo abd tendría que ser isósceles para ser áureo.
En la figura de la derecha podemos observar el triángulo áureo ABC,
determinado por dos diagonales y un lado del pentágono. Según la
construcción que acabamos de ver, el triángulo BCD es semejanteal
anterior. De igual forma el triángulo BDE también es semejante al
anterior, ello es debido a que todos los segmentos de los pentagramas
interiores y del pentágono están en proporción áurea.
En la figura de la izquierda comprobamos que esto es cierto, en la
ilustración aparecen segmentos que determinan proporciones áureas, por
ejemplo ABC, DEF,GHE, HIJ,etc. , los determinados por los cuadrados
azules y arcos ocres.

En la figura observamos una espiral construida sobre rectángulos áureos.
En cada cuadrado hacemos un arco de circunferencia cuyos extremos estén
en la diagonal o vértices opuestos y cuyo centro este en el vértice de
la otra diagonal. De esta manera hacemos centro primero en el punto uno,
luego en el dos, luego en el tres, y así sucesivamente. Cada arco es
tangente al cuadrado y al arco adyacente y ocupa el cuadrado de cada
rectángulo áureo. En la siguiente página podemos observar figuras
planas construidas con la sección áurea: curvas planas

En la figura podemos observar la relación de la proporción áurea con dos poliedros regulares: el icosaedro y el dodecaedro.
La arista del icosaedro más la arista del dodecaedro es igual a la
arista del cubo en el que se inscriben y las tres dimensiones están
relacionadas mediante la proporción áurea, siendo la mayor la arista del
cubo, la dimensión media la arista del icosaedro y la menor la del
dodecaedro.
En la parte superior del dibujo, sobre el lado del cuadrados tenemos el
rectángulo áureo compuesto por el cuadrado verde cuyo lado es el del
icosaedro y el rectángulo amarillo cuyo lado de la base es el del
dodecaedro. Observamos que ambos lados suman el lado del cuadrado en el
que se inscriben el dodecaedro y el icosaedro.
Podemos observar además que si tomamos el punto medio N de la base del
cuadrado verde y lo unimos con el vértice S (punto medio en la cara del
cuadrado) tenemos la proyección SN de una cara del dodecaedro.
Si alineamos el centro N de la base del cuadrado AB con el vértice S
obtenemos un vértice del dodecaedro T en la intersección de esta línea
con la diagonal AU. Haciendo una recta vertical por el vértice T
obtenemos el vértice del icosaedro, ya que ambas dimensiones son
iguales, la diagonal del pentágono del dodecaedro y la arista del
icosaedro.
En la figura podemos observar varios poliedros estrellados, dos de los cuatro de Képler-Poinsont.
Podemos observar en sus proyecciones diédricas como los elementos están
relacionados mediante múltiples proporciones áureas. Ello es debido a
que éstos poliedros estrellados están íntimamente relacionados con los
pentágonos regulares, de ahí sus nombres.
En la figura podemos observar las proyecciones
ortogonales de los dos poliedros estrellados de la figura anterior. En
estas vistas las proyecciones de algunos vértices están también en una
relación áurea: GI/GH=GH/HI, JL/JK=JK/KL y AC/BC=BC/BA, DF/DE=DEEF.
En la gran pirámide de Egipto de Ghiza, la relación entre sus caras y la altura de la misma es una proporción áurea. El área de cada cara equivale al área de un cuadrado cuya altura corresponde al de la pirámide, esto quiere decir que una cara triangular de la pirámide es equivalente al cuadrado que tiene como lado la altura de la pirámide.
Si tomamos una cara de la pirámide y cogemos la altura de la misma y
la dividimos por la mitad del lado de la base de esa cara tenemos como
cociente el número de oro.
Hay muchos y diversos estudios que relacionan la
proporción áurea con las pirámides de Egipto, en general todos hacen
cálculos aproximados de esta relación sobre las mismas, sin que haya
absoluta certeza de que hubieran utilizado este dato conociendo la
proporción áurea, pudiendo ser un cálculo fruto del azar.
En la figura tenemos la gran pirámide de Egipto, sobre
cualquiera de sus caras triangulares tenemos que la altura del triángulo
n y la mitad del lado de la base p están en proporción áurea:
n/p=1,618. (n+p/n=n/p).
Si al área de esta cara triangular le llamamos B y a la
de la base de la pirámide le llamamos A tenemos que sumando las áreas de
las cuatro caras triangulares y dividido este número por el área del
cuadrado de la base obtenemos 1,618, el número de oro.
Si sumamos las áreas de las caras triangulares al área
de la base de la pirámide y todo ello lo dividimos entre la suma de las
áreas de las caras triangulares obtenemos también el número de oro,
1,618. (4B+A)/4B =1,618.
Si calculamos la altura de la pirámide desabatiendo cualquier
cara triangular hasta que el vértice del triángulo corte a la altura de
la pirámide veremos que la altura de la pirámide es el lado de un
cuadrado cuya área C es igual al área del triángulo de cualquier cara B.
En geometría se dice que el triángulo y cuadrado son equivalentes, que
tienen la misma área. C=B.
En la figura podemos observar cómo construir la altura
de la pirámide dada en planta. Como conocemos el lado y la altura de la
cara triangular la colocamos coincidente con el plano de la planta. La
proyectamos sobre el alzado y haciendo un giro con centro en O2 con
radio O2-A2, donde corte al eje e de la pirámide obtenemos el vértice
superior S, de esta manera obtenemos el lado del cuadrado L equivalente a
la cara triangular. Como podemos observar con el abatimiento, la altura
de la figura queda totalmente establecida a partir de las caras de la
pirámide.
Gráficamente podemos calcular un cuadrado equivalente a
un triángulo de la siguiente forma: dado el triángulo amarillo ABC, por
el punto medio de su altura se hace un rectángulo GPBC con esa altura y
con la misma base BC. Se hace una circunferencia del centro P con radio
GP obteniendo sobre la prolongación de PC el punto J, intersección de
este se segmento con la circunferencia. Construimos otra circunferencia
de diámetro PJ y donde la prolongación del lado BC corta a la
circunferencia (en O), lo unimos con P. El segmento PO es el lado del
cuadrado (en color azul) equivalente al triángulo dado.

En la figura tenemos un triángulo rectángulo cuyos lados m n o están en
progresión aritmética (se puede obtener uno a partir del otro mediante
adicción o suma) y es conocido como triángulo egipcio, otras veces
conocido como triángulo de Plutarco o de Pitágoras, sus dimensiones son
3, 4 y 5, o bien segmentos proporcionales a éstos.
Si restamos la hipotenusa n menos un cateto m obtenemos la dimensión b,
si le restamos a un cateto m el otro cateto o, obtenemos la dimensión
a. Podemos comprobar que el segmento a tiene la misma longitud que el
segmento b y ello se expresa gráficamente al girar el segmento b hasta
transformarlo en el segmento c paralelo al segmento a. Mediante una
traslación se comprueba que los segmentos a y c son idénticos. Por tanto
en este triángulo la hipotenusa menos un cateto es igual a un cateto
menos el otro: n-m=m-o.
Una de las pirámides de Gizéh tiene este triángulo en su sección
mediana, aunque este triángulo no tiene relación con el número de oro,
el triángulo de la sección meridiana de la gran pirámide sí que lo tiene
y es el que describimos a continuación:
Si construimos un cuadrado ABCD y a partir de su base AD obtenemos el
nuevo segmento en proporción áurea DK, por el punto medio del segmento
AK hacemos una semicircunferencia s, en la prolongación del segmento DC
obtenemos con la intersección de esta semicircunferencia el punto J.
Este triángulo que obtenemos AJK es el que corresponde al semiperfil
meridiano de la gran pirámide. Si ahora a partir de la hipotenusa AK
construimos otro cuadrado AKEF y su correspondiente segmento que está en
proporción áurea con él, esto es, el segmento KH, comprobamos que
haciendo centro en el punto K y tomando como radio JK, verificamos que
el segmento KH es igual al segmento JK.
Tenemos por tanto que los segmentos AD y DK y los segmentos AK y JK
están respectivamente en proporción áurea, ya que JK=KH, y que por tanto
AD/DK=AK/JK.
La serie de Fibonacci: Leonardo de Pisa, hoy conocido con el nombre de Fibonacci,
hizo un interesante descubrimiento: construyó una serie numérica
empezando por el 0, 1,1,2,… a partir de estos números empezó a sumar
siempre los dos últimos: 0,1, 1,2,3, 5,8, 13,21,…(1 más 2 igual a 3, 2
+3 es igual a 5, 3 + 5 igual a 8, 5 + 8 es igual a 13, etc.) aunque no
se sabe si conocía la relación que tiene esta serie con la proporción
áurea, (según avanzamos, el cociente entre los 2 últimos se aproxima
cada vez más al número de oro), sí se conoce que en el siglo XIII había
planteado esta serie en base a la relación con la cría de los conejos.
Los números naturales son 1,2, 3,4, 5,6,… son todos
números enteros. Son enteros también el cero y los números negativos, y
se pueden expresar mediante el cociente entre dos enteros, salvo alguna
excepción. Se pueden expresar también de forma fraccionada o con
decimales, son números reales, o sea no imaginarios. Los números
irracionales no se pueden expresar como razón de números enteros y su
desarrollo mediante decimales es infinito, como por ejemplo raíz de dos,
o raíz de tres, etcétera. La raíz de dos tiene por valor
1,41421356237…, un conjunto de números que nunca se repiten, al igual
que el número de oro –phi- también es un número irracional y real. Los
números reales, sean racionales o irracionales son los que corresponden a
los puntos de una línea infinita.

Si hacemos rectángulos con los números de Fibonacci, y los adherimos unos a otros en una disposición vertical y en espiral como muestra la figura, el contorno de los rectángulos es un cuadrado perfecto. De igual forma al empezar a disponerlos de mayor a menor, el azul, a continuación el violeta, después el rojo y el naranja, observamos que queda un hueco cuadrado que podemos ir llenando con nuevos rectángulos hasta el infinito.
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